Buscando siempre las formas precisas dejo que mano y lápiz decidan el camino. Encuentro un laberinto de círculos y líneas y el blanco papel cumple su destino.
Como nace un niño, así nace un boceto se gesta en silencio, no lo hace la madre y la sorpresa de verlo completo pide que el artista ante Dios se postre y ofrezca su hijo con todo respeto.
GRACIAS QUERIDO HIJO POR PUBLICAR LOS ESCRITOS DE "AGUAPPURA".
ResponderEliminarES PARA UNA MI , UNA GRAN ALEGRÍA!